Es conveniente que ellos mismos las construyan, siempre bajo la supervisión del docente. El siguiente proceso muestra una posible manera de construir una adivinanza.
- Primer paso
Elegir un objeto que hay que adivinar, observar las cualidades que mejor lo caracterizan y que sirvan de base a su definición, seleccionando al menos dos o tres de dichas características, a las que necesariamente se aludirá, de manera clara, en la adivinanza.
Por ejemplo: el paraguas, protege de la lluvia, es de tela, tiene mango.
- Segundo paso
Encontrar las palabras más precisas y apropiadas que expresan esas características y, en general, cuantas circunstancias pueden constituir un buen camino para llegar a adivinar el nombre del objeto en cuestión.
Por ejemplo: la forma del paraguas, una especie de techito.
- Tercer paso
Formular la adivinanza con el menor número posible de palabras, limitando, así la longitud de las frases; y, a ser posible, recurrir mejor al verso que a la prosa, y procurando emplear las palabras -insistimos una vez más- con la mayor propiedad.
Ejemplo:
"Me llevan para la lluvia,
me usan de techito,
me cuelgan cuando hay solcito."
(El paraguas)
- Cuarto paso
Proponer la adivinanza a los niños y si éstos encuentran dificultades para resolverla, ofrecerles algunas pistas que les faciliten el hallazgo, por sí mismos de la solución.
- Quinto paso
Si la solución hallada no es la que sirvió de base para formular la adivinanza, deben discutirse los razonamientos que condujeron a los compañeros a una solución distinta de la prevista.
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