A) Función lúdica
Nadie puede negar el carácter lúdico de la adivinanza pues ésta es ante todo un juego, un pasatiempo que consiste en armar rompecabezas verbales para poder apreciar la imagen buscada.
Para lograrlo es necesario concentrarse en varios de sus elementos, escuchar cuidadosamente las palabras y analizar cada verso, pues la respuesta puede estar escondida en algunas de las sílabas iniciales o finales, o también en palabras clave que describen el objeto, ya sea en forma real o velada a través de una metáfora por ejemplo.
Gracias a su carácter lúdico y mnemotécnico la adivinanza ha podido crecer y enriquecerse en ámbitos tan diversos como el urbano, el rural, el doméstico, el comunitario, el escolar, el de la plaza y el de la calle, e incluso el impreso y el de los medios.
Su sola limitante es la imaginación, en tanto uno puede crear y recrear adivinanzas sobre cualquier asunto, tema, objeto, actividad, elemento, ente o idea con que desee retar o provocar a su oponente. Las reglas del juego son claras y precisas, siguen una lógica y una estructura, se adornan con la poesía y, simplemente, surgen ante un receptor individual o universal para despertar en él el gozo de la fantasía, de la intriga por el saber, el encuentro con el misterio y el afán de descubrir.
B) Función estética-poética
La adivinanza sensibiliza a los niños con la poesía, fomenta en ellos el gusto por la palabra, el ritmo y la versificación, además de que los familiariza con imágenes abstractas, creadas a partir de tropos y figuras retóricas que adquieren forma en su imaginación y les despiertan nuevas y maravillosas maneras de ver el mundo. No es lo mismo pensar en el cielo y las estrellas como conceptos concretos que descubrirlas a través de un texto como éste:
Siempre quietas,
siempre inquietas,
de día dormidas,
de noche despiertas.
siempre inquietas,
de día dormidas,
de noche despiertas.
(Las estrellas)
C) Función didáctica
Pues gracias a su capacidad dialógica, analógica, semántica, mnemotécnica, estructural y métrica los niños captan y comprenden un código lingüístico que les comunica un mensaje en forma precisa pero, y sobre todo, de juego. Y así, jugando, memorizando, pensando y observando con atención los sonidos y su sentido, los niños aprenden.
INFORMACIÓN SOBRE LAS ADIVINANZAS
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